Cumaná, 20 de octubre de 1800

Desde la llegada del general Jeannet no me he separado de sus pintores. Mi cuñado y esposo, sin embargo, andan pegados a los naturalistas y taxidermistas en busca de innovaciones y noticias alejadas de la primogénita del continente. Por su parte, ellos han quedado asombrados de la gran cantidad de especies de plantas y animales que hemos encontrado, la grandeza de los arrayanes de Rio Negro y la obtención del curare. La peculiaridad del boto o los peces carnívoros del Orinoco. Allí conocimos a los Otomacos, q uienes comen tierra y decoran sus cuerpos de forma hermosa. Uno de los pintores se ha ofrecido a acompañarnos a la Habana, donde Juan del Río nos aguarda.

Caroline von Humboldt