Caazapá, 25 de agosto de 1785

En mi viaje desde Asumpción hasta Caazapá, comenzado el pasado día 19, conocí los hermosos valles de Itaguá y Pirayú, tierras no muy llanas y de extenso arbolado. El primero es pequeño, pero con abundante población, que cosecha mandioca, tabaco, maní, alguna caña de azúcar, maíz y porotos, aunque sólo el tabaco es para vender. El segundo lo forman cordilleras de poca altura, densamente pobladas de chacras, en las que se cosecha lo mismo que en Itaguá. La feligresía era muy numerosa, con 6000 almas en la parroquia de la ciudad de Piribebuy.

Félix de Azara