1785, Villa Rica del Espíritu Santo
- repensarmargenes
- 5 abr 2023
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El día 23 de nuestra travesía llegamos a Villa Rica del Espíritu Santo, la cual se encontraba entre espesas colinas con arboladas hasta donde alcanzaba la vista. En ese lugar de paradójico nombre, abundaba la pobreza entre los escalones más bajos de la población, las casas de paja eran su estancia y el trabajo su penitencia, lo ejercían de sol a sol sin un rédito considerable, llegando a alquilar sus herramientas. Mientras el esfuerzo hacía mella en sus cuerpos, los clérigos y cargos políticos que ostentaban las producciones, disfrutaban de los beneficios de la yerba junto con otros frutos que producían la fuerza y espíritu ajenos.
José Esquivel Chicapar

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