Septiembre de 1753, La Martinica
- repensarmargenes
- 5 abr 2023
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Necesitamos ayuda, no tenemos agua... Aún queda viaje, pero al fin piso tierra en la Martinica. Estoy exhausto, y con más calor que de costumbre. Durante el viaje he conocido a un tal Francisco de Soto, con el que he entablado amistad. Las olas me transportan a mi amada Salobreña, y la bahía… a Cádiz. Las calles son buenas para caminar, las casas coloridas, y lejos diviso grandes plantaciones de azúcar. Hay muchos pescados que no conocía, y las gentes son buenas, aunque parecen raras, tienen un color diferente, pero rezan como nosotros. Es asombroso…
Santiago García

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