Islas Sandwich, 20 de marzo de 1792

Supe que habíamos llegado al primero de nuestros destinos por la atmósfera que envolvía aquella isla, única en si misma. La isla principal del archipiélago era distinta a todo lo que habían visto mis ojos hasta el momento. Una sensación abrumadora me envolvió al vislumbrar las sobrecogedoras montañas en el horizonte, encabezadas por el volcán. El contraste era increíblemente enriquecedor, pues en nuestras proximidades se podían observar numerosas salinas y ricos campos frutales. Mientras que sus habitantes de gran belleza nos recibían yo trataba de asimilar todo lo que aprendería de su tierra y su cultura.

Manuel Químper Benítez del Pino