1791. Chiloé, Chile
- repensarmargenes
- 5 abr 2023
- 1 Min. de lectura
Me dispuse a navegar, era la primera vez que arribaba a aquel puerto. Conforme me acercaba a mi destino supe que era distinto a las otras terribles travesías de las que tenía constancia. Los peligros que acechaban en el mar habían desaparecido, las fuertes corrientes y huracanes de los antiguos caminos hacia Chacao no existían. La salida y entrada ahora eran seguras, para mí y los comerciantes cuyos barcos pude disipar a través de la tímida neblina que levantaba el viento, más numerosos que en cualquier otro puerto al que hubiera llegado.
Pedro González de Agüeros

Commenti