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IDEAS
Propuestas para una comprensión compleja del pasado y del presente

Los efectos de la globalización ha marcado el pensamiento occidental de las últimas décadas.  La Historia ha asumido propuestas orientadas a entender un fenómeno considerado novedoso y difícil de aprehender. Para ello  ha sido necesario repensar sus espacios, cronologías y temáticas tradicionales, obsoletos para ligar las interpretaciones del pasado con los intereses de un presente de conexiones e intercambios multiplicados y acelerados, y de mixturas y límites difuminados. 

Esta actualización han enfatizado los debates centro-periferia y global-local. Su desarrollo ha permitido un importante giro en los estudios sobre las entidades políticas multiterritoriales que desde finales del siglo XV evolucionaron como potencias planetarias. Con las empresas portuguesas en África y Asia como punto de partida, la expansión europea se consolidará con las proyecciones trasatlánticas y transpacíficas de la Monarquía Hispánica, ampliadas por franceses, ingleses y holandeses. El efecto mundializador de estos proyectos inauguraron la modernidad y trazaron las dinámicas que definen el mundo contemporáneo: circulación, multiculturalidad y pluricentralidad. Asumidas éstas, una serie de preguntas han captado la atención de los investigadores en los últimos años: ¿Cómo se desarrollaron estas dinámicas durante la primera modernidad? ¿Cuál fue su alcance? ¿Cómo fueron administradas por el poder instituido? ¿Cómo fueron asumidas, interpretadas e intervenidas por los diferentes sujetos históricos? Las respuestas han sido variadas. La mayoría de ellas han utilizado categorías analíticas que, al ser aplicadas al estudio de las sociedades modernas, han generado interesantes discusiones; pero, a su vez, han derivado en análisis determinados por la fuerza explicativa de categorizaciones y procesos propiamente contemporáneos. Es el caso del propio concepto de globalización, junto a otros como mundialización, circulación, dominación, frontera, aculturación, mestizaje, género, etnia, subalternidad, o colonialismo. Estas traslaciones han acumulado críticas, cuyo eco han alimentado el debate ya abierto, pero sin trazar nuevas pautas. Nuestra propuesta como grupo de trabajo, por tanto, se sitúa entre la valoración de los avances historiográficos realizados en el último tiempo y cierta insatisfacción.

El Nodo Repensar lo márgenes trabaja en torno a una alternativa interpretativa, mediadora entre la tendencia vigente (y entusiasta) y sus discrepancias: un ejercicio de matización, que permita graduar la aplicación de algunos de los conceptos claves en el estudio actual de las monarquías ibéricas. Para ello presentamos varias líneas de investigación (cacicazgos indígenas, mujeres, población negra libre y esclava, ciudades coloniales, evangelización, circulación de personas, ideas y mercancías) aunadas por la reflexión sobre los grupos o individuos que tradicionalmente han sido analizados desde la limitografía, bien por sus clasificaciones socio-culturales o bien por su localización geográfica. Paradójicamente la centralidad de estos grupos ha pasado por su definición como subalternos, fronterizos o periféricos, y por su estereotipación en la resistencia al poder instituido. De este modo, sus capacidades de acción e influencia han sido cuestionadas, cuando no negadas, y su situación en el mapa socio-político relegadas. Respondiendo a esta tendencia, nuestros trabajos quieren incidir en el desenvolvimiento de estos sujetos secundarios frente al poder y, con ello, resignificar los márgenes que ocuparon. Circundando la sugerencia de segregación a la que remiten, presentamos estos márgenes como espacios (físicos o figurados) de transposición del modelos rectores. 

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