Hemos desarrollado Murciapoly en dos bloques con distintas fases:
1ª fase. ¿Qué pasó aquí?
En el aula.
Puesta punto de conocimientos sobre la historia de la ciudad de Murcia en la Edad Moderna, siguiendo las líneas maestras establecidas de las asignaturas de Historia.
2ª fase. ¿Cómo sé estas cosas?
Fuera del aula.
- Búsqueda de vestigios del pasado que pueden encontrarse en la ciudad de Murcia: un paso por la ciudad con los ojos bien abiertos.
- Búsqueda de otros vestigios del pasado: una visita a los archivos, primero un vistazo a sus repositorios de fuentes digitalizadas y después una excursión al Archivo Municipal.
3ª fase. Ahora, ¡a jugar!
De vuelta al aula.
Puesta aprueba de los conocimientos adquiridos jugando una partida de Murciapoly.
Los participantes recibirán una cantidad de murciamoneis para empezar a jugar. Siguiendo las pautas del Antiguo Régimen, esta cantidad será desigual, según el estamento que a cada uno les haya tocado en un sorteo.
En el tablero de juego se representan hitos de la ciudad de Murcia (edificios civiles y religiosos, calles, plazas, etc.), tasados según características que el estudiantado ha aprendido.
Como en el juego del Monopoly, habrá casillas que lleven a los participantes a la ruina, a las cárceles de la Inquisición o que los beneficie, pero también que supongan una recompensa, como la lotería, una herencia o el hallazgo de un tesoro escondido, todo ello perfectamente contextualizado.
Al final de cada partida, se repartirán "escrituras de propiedad" de las compras realizadas, con la leyenda “Esta [calle, plaza, murallas, etc.] es mía”, jugando con la idea de bien propio-bien público y, con ello, fomentando la responsabilidad sobre el patrimonio como "de todos".


