Cimarrones y quilombos: en busca de la libertad
- repensarmargenes
- 30 may
- 5 Min. de lectura
Actualizado: hace 2 días
por Hugo Durán Sánchez, Juan Luis Fernández Carrión y Gonzalo Paredes Gallardo

Como introducción decidimos ponerle nombre y presentar el podcast “Ecos del pasado” y el capítulo “en busca de la libertad”. Además realizamos una breve mención al contexto histórico en el que nos encontramos y el precedente que provoca la aparición de población con origen africano en el continente americano, el comercio triangular.
A continuación, se explica quiénes eran los cimarrones, formas de escape utilizadas y las motivaciones que los llevaban a tomar estas decisiones. Los cimarrones son esclavos negros que huyen de esta situación de esclavitud, se esconden en zonas remotas y forman comunidades, forman poblaciones de cimarrones, forman y reciben nombres como palenques o quilombos que eran comunidades pseudo ilegales. Comunidades como el Palenque de San Basilio en la actual Colombia, que en un principio, en torno a finales del siglo XVI eran perseguidas por las autoridades, pero el elevadísimo coste del enfrentamiento los llevó a permitir su asentamiento en zonas fronterizas para poblarlas, esto provocó enfrentamientos con algunos dueños de esclavos.
Los esclavos huían a través de la selva o las escarpadas montañas aprovechando la cobertura que estas ofrecían, las motivaciones y distintas estrategias de escape eran muy variadas, desde escapar de forma individual en busca de la libertad a huir de los malos tratos entre varias personas organizadas. Algunos esclavos también aprovechaban la figura del protector de negros y la ley paternalista española para huir o eliminar las ataduras con un amo que los maltrataba.
Posteriormente, destacar cómo los quilombos y palenques obedecían a una misma voluntad que es el rechazo a la esclavitud y necesidad de autonomía, pero cada un desarrollo distinto, con una cultura y mecánica diferente de defensa. Eran lugares multiétnicos, donde provenían de muchas partes del mundo, se podían encontrar indios, mulatos, hasta españoles. Además, debían ser capaces de solucionar las distintas formas de carestía a las que se enfrentaban, como el caso del palenque de Matudere que no tenía apenas mujeres y que tenían los recursos suficientes para alimentarse de manera agrícola, pero sin excedentes, la manera en que solucionaron estos problemas es basarse en el pillaje y la caza y en el rapto de mujeres para equilibrar la población.
Vivir en estos lugares era estar en constante peligro teniendo que defenderse de milicias españolas. Los palenques, aunque vivieran por su libertad, no abandonan la idea de ser recapturados y los líderes tienen la tarea de saber los amos de la población para que en caso de que fueran capturados supieran a quién pertenecían, para devolverlos al lugar al que pertenecían. Estos líderes al comienzo eran población africana, pero conforme se desarrollaron las distintas comunidades criollos, capitanes y gobernadores pasaron a ocupar estos puestos. Los lazos de fraternidad que se creaban en estos lugares eran muy fuertes, en situaciones bautizándose juntos, se llamaban como familiares aunque no tuvieran relación entre sí. Respetaban también las relaciones consanguíneas para constituir la pertenencia a una parentela y vínculo familiar.
Por un lado, se puede enfocar esta lucha y resistencia cimarrona a través diversos ejemplos como el suceso ocurrido en Cancagua y Capaya, donde un grupo de cimarrones formó una comunidad independiente. Se informó que algunos de sus integrantes realizaban amenazas contra los colonos españoles, llegando incluso a advertir sobre la posibilidad de incendiar el poblado. Alarmados por esta situación, las autoridades coloniales organizaron una expedición militar encabezada por el teniente veterano Jose Gutiérrez. Esta fuerza estaba compuesta por soldados experimentados, milicianos y vecinos leales a la Corona, quienes fueron fuertemente armados. Pese a que no toda la comunidad participó, estiman en 300 personas insurrectas, lo que nos permite vislumbrar el tamaño que podían alcanzar estas poblaciones, tras finalizar se les confiscaron las viviendas y bienes a los participantes. A pesar de la capacidad militar de la expedición, no fue necesario recurrir a la violencia directa, ya que la presencia de las tropas fue suficiente para calmar la mayor parte de la situación, posteriormente el teniente a cargo elevó una queja contra la Real Cédula promulgada en 1789 por Carlos III y la influencia de la Convención Nacional de París que en 1794 prohibieron la esclavitud en colonias francesas, porque esto hacía que los esclavos se relevasen con mayor frecuencia, al no ser controlados de forma efectiva.
Por otro lado, existen registros de cimarrones que lograron establecer acuerdos de paz con la Corona española. Un caso destacado es el del Palenque de San Miguel Arcángel, cuyos líderes, tras años de resistencia, se presentaron ante el Obispo de Cartagena de Indias para solicitar un acuerdo con la Corona. Se declararon dispuestos a obedecer las leyes españolas a cambio del reconocimiento de su libertad. En 1714, la Corona aceptó la propuesta, otorgándo el estatus de vasallos libres del rey. Como resultado, su asentamiento fue reconocido como un pueblo legítimo sujeto a la legislación española.
En definitiva, el legado cimarrón sigue vivo. Sus tradiciones y luchas aún resuenan en muchas comunidades afrodescendientes. Desde la llegada de los primeros africanos esclavos se ha impregnado el territorio americano de su influencia, como es el caso de la lengua, o de pueblos. También han influido en otros aspectos como es la música. El Son de Negros, en Colombia, es una danza de origen africano, donde esta compuesta por hombres y uno de ellos se disfraza de mujer que se conoce como “Guillermina” y tiene que bailar con todos los parejos, La reflexión es que son un ejemplo de unidad, lucha y resistencia hacia practicas abusivas, de oprimidos contra los opresores.
Fuentes primarias
Juan, Jorge y Ulloa, Antonio de. (1748). Viaje a la América meridional. Madrid: Imprenta de Antonio Marín.
Capitán General Carbonell. (1794). Insurrección de negros cimarrones. AGS, SGU, LEG, 7179, 7.
Junta del Gobierno de la Habana. (1796). Expediente Sobre captura de esclavos cimarrones. AGI, ESTADO, 8, N.4.
Pablo Gomda y Gaspar Hadapon. (1690). Traslado de petición de indios cimarrones al franciscano Juan Bautista Martínez. AGI, FILIPINAS, 83, N.29.
Para saber más
Chávez Rodríguez, M. J. (2024). Narrativas orales sobre la danza tradicional son de negros cimarrones de Mahates (Bolívar/ Colombia) construcción de la identidad a partir del principio de posicionamiento lingüístico. Tesis de licenciatura. Universidad de Cartagena. URL: https://hdl.handle.net/11227/17922
Hünefeldt, C. (1979). Cimarrones, bandoleros y milicianos: 1821. Histórica, 3(2), 71-88.
Martín, W. A. (2024). Cimarrones y Palenques de Cartagena de Indias durante los siglos XVII y XVIII:¿ una historia subalterna y revolucionaria?. Revista de la Red Intercátedras de Historia de América Latina Contemporánea: Segunda Época, (21), 86-113.
McFarlane, A. (1985). Cimarrones and palenques: Runaways and resistance in colonial Colombia. Slavery and Abolition, 6(3), 131-151.
McFarlane, A. (1990). Cimarrones y palenques en Colombia: siglo XVIII. Historia y espacio, (14), 53-78.
Navarrete, M. C. (2001). Cimarrones y palenques en las provincias al norte del Nuevo Reino de Granada siglo XVII. Fronteras de la Historia, 6, 97-122.
Navarrete, C. (2016). San Basilio de Palenque y el Quilombo de Palmares paradigmas de resistencia comparable”. Territórios de gente negra. Processos, transformações e adaptaçõesensaios sobre colômbia e Brasil, organizado por Axel Rojas, Antonio Liberac Cardoso Simões Pires, Flávio dos Santos Gomes Cruz das Almas: editorial UFRB. 17, 271-289.
Rodrigues, B. P. (2021). Sedutores da liberdade: A história de um palenque formado no Alto Peru com negros fugidos do Mato Grosso (1783). Histórias afro-indigenas nas fronteiras, 1, 9-26.
Comments